Nil, el pirata

Nunca podré olvidarme hace ahora exactamente un año, cuando un niño entró de la mano de su mami, pidiéndome una galleta...y cuando le dije que no, como se echó a llorar porque no tenía una galleta para él...siempre me acuerdo de Nil y cada vez que pasa por la tienda, intento tener una galleta guardada para él porque me llegó al crayón que, a sólo unas semanas de abrir la tienda, un nino llorase tan desconsoladamente por una de mis galletas. Me llegó al alma, y por eso Nil es muy especial, porque él hizo sentirme especial...

Así que esta semana pasada, Nil celebró su 4º aniversario y me vino a la tienda, con la foto de un barco pirata; para su cumpleaños, iba a hacer una gran fiesta pirata y él, quería tener su tarta pirata. Mejor dicho, Nil iba a ser PIRATA.

Su mamá me dijo lo que buscaba, que ya había visto este estilo de tarta en otros sitios y la quería así, y como Nil también dijo que la quería de esta forma, pues nos pusimos manos a la obra.

He de confesaros una cosa; entre horno y horno, buttercream y buttercream no me pude resistir, a tener un detalle con ese pequeñajo que en su día, me dejó el corazón un poco encogido por su llanto al no poder comerse una de mis galletas...así que no lo dudé, y se la regalé....

No os imagináis la ilusión que me hizo hacérsela, pero lo mejor vino, cuando se la dí...¡se volvió loco!...se la enseñaba a sus abuelos, se la enseñaba a su madre y quería llegar a casa corriendo, para enseñársela a su padre, pero no para que él la viera, sino ¡PARA PODER COMÉRSELA!

Espero que Nil tuviera una gran fiesta pirata de cumpleaños y disfrutase tanto o más de la galleta de lo que yo disfruté haciéndosela y regalándosela...

¡Felicidades Nil!