Las cosas no son como hace unos años en que un bautizo era lo mas parecido a una "boda faruquera"en el que la gente, se engalanaba como si fuera a la boda de la criatura; menos mal, que en este tema las cosas han cambiado y se ha decidido que los bautizos, son algo mas íntimo, mas familiar.
No hay que estar invitando al primo del cuñado de la vecina del quinto, porque ¡hay que ver! ella me invitó a la comunión del sobrino de un primo del pueblo suyo, que eran muy amigas.
Las cosas quedan mas en familia y amigos cercanos ( a parte de que la crisis nos tiene a todos un poco boquerón, para que nos vamos a engañar).
Y Noa como no, tuvo su pastel de bautizo y de cumpleaños; ha sido uno de los pasteles mas graciosos que me han encargado, porque la mamá de Noa entró en mi tienda buscando peladilla y cuando vio los patucos que tengo en exposición, se enamoró de ellos y cambió las peladillas por una pequeña tarta para tal evento.
Confió en mi sobre el tema de los colores y cuando vino al pastel, casualidades de la vida, Noa iba vestida con la misma combinación de colores; me gusta mucho como combina el rosa con el amarillo, pero no todo el mundo es amigo de este último (eso de las supersticiones).
Los patucos originales, llevan unos ositos pero estos llevan unas ratoncitas porque a Noa, de forma cariñosa la llaman "ratoncita"; por eso me pidieron que si podía ser, los patucos en vez de osos, llevaran unas ratoncitas.
Unas ratoncitas, elefantitas,...¡o lo que haga falta!...lo divertido de estos trabajos es personalizar con detalles que signifiquen cosas, pero cosas importantes.
Tengo que pediros disculpas porque las fotos, no son de muy buena calidad ya que como siempre, voy con el tiempo pelín pegado a las corvas de mis rodillas y se me olvidó llevar la cámara buena, así que me tocó tirar de iPhone y un poco de photoshop.
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